Natalia e Isaac celebraron una boda familiar en Mas Llagostera, una masía del siglo XVII en el Penedès, rodeada de viñedos. Natalia eligió un vestido sencillo Edwardiano y un canotier.
La novia no quería renunciar a llevar un vestido elegante y a celebrar una boda entrañable aunque la ceremonia fuera íntima e informal.
Se enamoró de un vestido vintage que teníamos en la tienda. Se trataba de un vestido antiguo auténtico de 1910, de tul bordado con canutillos y cuentas de madera forradas, un antiguo vestido de verano de la época .
Se lo probó y era el vestido perfecto para una boda sencilla y romántica. Con unos leves ajustes adaptamos el vestido e hicimos un jump-suit a medida para llevar debajo.
Natalia completó su look con pendientes vintage de brillantes de la misma época que le regaló su hermano,un pasador de plata prendido al recogido y un sombrero canotier de paja con velo de tipo francés , de nuestra artesana sombrerera favorita, Jordina Bravo.
La novia no quería renunciar a llevar un vestido elegante y a celebrar una boda entrañable aunque la ceremonia fuera íntima e informal.
Se enamoró de un vestido vintage que teníamos en la tienda. Se trataba de un vestido antiguo auténtico de 1910, de tul bordado con canutillos y cuentas de madera forradaa, un antiguo vestido de verano de la época .
Se lo probó y era el vestido perfecto para una boda sencilla y romántica. Con unos leves ajustes adaptamos el vestido e hicimos un jump-suit a medida para llevar debajo.Natalia completó su look con pendientes antiguos de brillantes, un pasador de plata prendido al recogido y un sombrero canotier de paja con velo de tipo francés , de nuestra artesana sombrerera favorita, Jordina Bravo.
Los novios organizaron una boda pequeña de varios días con los amigos más íntimos Los novios durmieron en la masía el viernes para recibir a cada uno de los invitados el sábado por la manaña. Y también los despidieron con una sardinada el domingo.
El orden de la boda se invirtió : empezó con la presentación de los novios y un baile junto a la puerta de la masía, a ritmo de jazz. La novia cambio el ramo por un pañuelo, hecho a mano a bolillos, regalo de su tía.
No fue hasta después de la cena que se celebró la ceremonia. Se apagaron todas las luces y sonó la música de Antonia Font. Rodeados de antorchas, los novios con sus dos hijas pequeñas caminaron hasta los viñedos e intercambiaron allí los anillos.
Al terminar la ceremonia, un neón informaba que era la hora de la fiesta. Y aquí es donde toda la decoración que estaba escondida en la sala interior se iluminó dejando ver un gran buffet de postres, elaborado por Pastisseria Grau, familia de la novia.
Una de las sorpresas más bien guardadas de la noche fue precisamente la tarta nupcial , que era una réplica exacta de los bordados del vestido de la novia.
Fotografía : Diego Espada
Peluquería : Vanessa Álvarez
Decoración floral: Floristería by git
Lugar : Mas Llagostera
Sombrero: Jordina Bravo
Catering: MioMió by Madú Verdaguer
Traje novio.: Dolce Gabbana